El gobierno mexicano decidió auto-regalarse un pequeño detalle de 8,500 millones de dólares en deuda - porque aparentemente Santa Claus no...
El gobierno mexicano decidió auto-regalarse un pequeño detalle de 8,500 millones de dólares en deuda - porque aparentemente Santa Claus no fue lo suficientemente generoso este año. La flamante administración de Sheinbaum estrenó su tarjeta de crédito internacional con estilo, gastándose más de la mitad de su límite autorizado en una sola ida de shopping. ¡Vaya manera de empezar la dieta financiera del año nuevo!
En lo que podríamos llamar "La Venta Nocturna Pre-Trump", Hacienda se apresuró a hacer sus compras antes de que el expresidente del reality show "The Apprentice" regrese a la Casa Blanca. Porque, seamos honestos, ¿quién quiere hacer trámites financieros cuando el personaje del año según la revista Time esté de vuelta en el poder?
Hacienda, con la modestia que la caracteriza, presumió que los inversionistas prácticamente se peleaban por prestarle dinero a México - algo así como 3.5 veces más de lo que pedimos. ¡Qué populares nos hemos vuelto en el mundo de los deudores crónicos! Es como si estar en Tinder y que todos los prestamistas nos dieran "match".
El debutante subsecretario Édgar Amador logró su primera hazaña en el circo financiero internacional. ¡Aplausos! Aunque algunos dirían que es como vender paraguas antes de la tormenta Trump.
Los analistas de Bradesco, ejerciendo su papel de aguafiestas profesionales, sugieren que este "jumbo deal" es básicamente México gritando: "¡Tomen nuestro dinero, pero por favor préstenmos más!" - una estrategia tan sofisticada como pedir un préstamo carísimo para pagar el mínimo de la tarjeta de crédito.
Y mientras los inversores hacían fila para participar en esta fiesta de los rendimientos históricos (porque aparentemente el miedo vende), Hacienda demuestra que la prudencia es el nuevo negro en la moda financiera 2024.
Así que ahí tienen a la administración Sheinbaum, caminando con pies de plomo... y billetera ligera. Porque como dicen en mi pueblo: más vale deuda en mano que cien Trumps volando.