La presidenta Claudia Sheinbaum demostró no sólo que es una hipócrita y mentirosa, sino que además está muy mal asesorada desde la Preside...
La presidenta Claudia Sheinbaum demostró no sólo que es una hipócrita y mentirosa, sino que además está muy mal asesorada desde la Presidencia de la República. Hoy presentó un documento del propio Poder Judicial que buscaba eliminar el nepotismo, exponiendo no solo a su administración, sino también al Poder Legislativo, donde todos están enredados en lazos familiares. Es momento de decirlo con claridad: el único poder que ha hecho un análisis genuino para detectar el nepotismo es el Judicial, y hoy la presidenta lo sacó a la luz en la mañanera, evidenciando que ni la Presidencia ni el Legislativo han hecho nada al respecto.
Pero para eso estamos los periodistas, así que me di a la tarea de investigar algunos de los ejemplos más obvios de nepotismo en la administración de Claudia Sheinbaum.
La familia Monreal, por ejemplo, es un caso que salta a la vista: David Monreal, hermano de Ricardo, es el gobernador (o desgobernador) de Zacatecas, un verdadero caos. Saúl Monreal está en el Senado. Rodolfo es coordinador general de Desarrollo Tecnológico en Sinaloa, Susana está en el consulado en San Antonio, Texas, y Ana María en la Dirección de Salud Pública en Zacatecas. Por si fuera poco, Catalina Monreal, quien intentó ser alcaldesa en la Ciudad de México, ahora está protegida en el INAES. Toda la familia Monreal está metida en la administración, y de eso la presidenta no dice nada.
Otro ejemplo es la familia Batres: Martí Batres, ahora director del ISSSTE; su hermana Lenia, ministra de la Suprema Corte; y Valentina Batres, diputada plurinominal en el Congreso de la Ciudad de México. ¿Silencio de la presidenta? Por supuesto.
Seguimos con los Álvarez Icaza. Pedro Álvarez Icaza apoyó a su hija Julia como secretaria de Medio Ambiente en el gabinete capitalino, y él mismo fue designado titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. Ni López Portillo se habría atrevido a tanto.
Guadalupe Taddei, presidenta del INE, también tiene sus “conexiones” con la 4T. Su hijo, Luis Rogelio, es secretario auxiliar del Congreso de Sonora; su sobrina Ivana Celeste es diputada local por Morena; y Pablo Daniel, el “orgullo” de la familia, es director de Litio Mx. Aquí tampoco escuchamos nada de la presidenta.
Otro caso es el de Ernestina Godoy, de la 4T. Su hija Claudia Cecilia es encargada del proyecto de El Zapotillo, y su hermana y su yerno también están cómodamente colocados en el sector público. Ni una palabra de la presidenta.
Y la lista sigue. Adán Augusto López tiene a su hijo en la Cámara de Diputados como “asistente” de la bancada de Morena. No se engañen, Presidenta, aquí estamos los periodistas para destapar todo.
Para ser claros: el nepotismo es promover a alguien sin méritos, simplemente por ser familiar. Por el contrario, si un juez sirve de inspiración para que sus hijos aspiren a ser jueces, tendrán que aprobar exámenes y filtros. Lo mismo pasa con policías y militares honorables cuyos hijos siguen sus pasos.
Pero el nepotismo real es otro, y la presidenta lo sabe, pero opta por la mentira.
Lo que demostró Sheinbaum esta mañana es que el Poder Judicial fue el único interesado en detectar el nepotismo. Qué ironía, el poder bajo fuego es el que intentó corregir este problema.
Esto es México hoy.
Presidenta Claudia Sheinbaum, su hipocresía es evidente y está muy mal asesorada.