A toda capillita le llega su fiestecita. Y ha comenzado la fiesta de Claudia Sheinbaum. Asume hoy la presidencia de la República. Atrás de...
A toda capillita le llega su fiestecita. Y ha comenzado la fiesta de Claudia Sheinbaum. Asume hoy la presidencia de la República. Atrás de ella queda la pesadilla en la que se convirtió Andrés Manuel López Obrador, y asume este reto con nuevos paradigmas y diferentes circunstancias a las que AMLO recibió la Presidencia de la República.
Obviamente en @ELREPORTEROtv nos hemos dado a la tarea de hacer una rápida recopilación de cuáles son los retos más importantes que le esperan a Claudia Sheinbaum.
El hecho de que Claudia Sheinbaum sea mujer, aunque no queramos, significará una diferencia en la forma de gobernar. También está el hecho de que va a ser un gobierno encabezado por una científica y, a pesar de los signos ominosos que hemos comentado en este espacio, le va a obligar a darle un enfoque distinto a muchas cosas.
A favor de la administración de Sheinbaum se coloca por delante el fenómeno del nearshoring, que todavía México está a tiempo de agarrar una tajada a pesar de que López Obrador no lo aprovechó. El potencial de México es enorme. De entrada hay anuncios de inversión extranjera para México por 170 mil millones de dólares, aunque la enorme mayoría de estas son reinversiones. Ahí es donde está la enorme oportunidad que tiene el gobierno de Claudia. Además, lo importante es crear las condiciones para concretarlos.
La elevadísima concentración de poder también está a su favor. El hecho de que Morena y sus rémoras tengan mayoría calificada en las dos cámaras es una situación de ventaja inédita para cualquier Presidente de la República, y podemos prever un añadido más, que es precisamente la reforma judicial que le va a dar a Claudia márgenes de maniobra brutales, como nunca jamás en la historia. El tema es que sepa manejar tanto poder.
Claudia Sheinbaum tiene una aprobación bestial, y genera una enorme expectativa en materia de gobernanza, de democratización, estado de derecho, economía, salud, educación, seguridad pública. México necesita tener un poquito de esperanza, y le toca a Claudia Sheinbaum generarla o destruirla.
Sheinbaum ganó la presidencia con la mayor proporción de votos desde que México es una democracia. Pocos presidentes han tenido una ventaja y un apoyo social tan bestiales como los tiene Claudia Sheinbaum, lo que se refleja en la aprobación de arranque, la encuesta que publica el día de hoy El Financiero muestra una aprobación inicial del 67%.
Claudia Sheinbaum tiene vocación a generar un gobierno eficaz. Ya lo demostró. Tenemos el antecedente de su paso por la Ciudad de México, y por lo menos intentó dar resultados. Podríamos esperar que su gobierno tuviera mayor racionalidad en su funcionamiento, pues el anterior se basó en puras ocurrencias.
Ahora veamos los problemas a los que se enfrenta la nueva administración.
Arranca con finanzas públicas brutalmente ajustadas. El gasto es atípicamente elevado gracias a las obras pendientes y la carga enorme al recurso público de los programas sociales. No en balde en abril se presentaron los Precriterios de Política Económica para el 2025, y en ellos se planteó reducir a la mitad el descomunal déficit que nos dejó López Obrador, lo que implicará un primer año con una restricción presupuestal bestial. En un video pasado ya le había planteado a usted la muy alta, altísima probabilidad de que se dé una reforma fiscal sin llamarla reforma fiscal o, en todo caso, una nueva miscelánea fiscal sin llamarla miscelánea fiscal que empujaría el Partido Verde Ecologista de México, una de las rémoras de Morena.
Otro reto tremendo para Claudia Sheinbaum es la incertidumbre que ha generado la reforma judicial y lo que todavía le queda al Plan C. Los inversionistas privados han prometido 170 mil millones de dólares, pero son justo eso, promesas, nada más, y muchas de ellas son reinversiones que eran obligadas. Todavía no está claro el panorama y por supuesto que hay muchos inversionistas que van a aguantarse a ver la reglamentación del Poder Judicial.
Otra enorme bronca -que ya lo habíamos platicado aquí-, 2024 es el año en el que México vive en un peligro enorme, no solamente por nuestros propios resultados electorales, sino también por la incógnita que prevalece en el resultado electoral de Estados Unidos del próximo noviembre. En el caso de que ganara Donald Trump en Estados Unidos, se va a volver una complicación bestial la inevitable revisión del T-MEC en el 2026. Ya dijo Trump que la revisión va a ser tan agresiva que incluso podría cambiar por completo al tratado como lo conocemos.
Pero quizá el reto más complejo será la relación con el ex presidente... de pronóstico reservado. Sabemos que es una mujer inteligente, pero hay muchas componendas, mucha gente, mucha herencia de la anterior administración. Nunca había habido un expresidente tan poderoso como López Obrador, y es inevitable que directa o indirectamente pudiera influir en los siguientes meses o incluso años. Toca a Claudia Sheinbaum gestionar esta relación tóxica.
México ha sufrido una sarta de mequetrefes al frente de nuestro país que han sido una verdadera desgracia. Comenzando con Miguel de la Madrid y de ahí ‘pal Real, pura basura, y en el fondo de ese cubo Andrés Manuel López Obrador
Y ya que hablamos de innombrables, Carlos Salinas de Gortari terminó su sexenio con una aprobación mucho mayor que la que dejó López Obrador y, en consecuencia, mucho mayor que la aprobación con la que arranca Claudia Sheinbaum... sólo para documentar las reservas.