Cayó, o se entregó, el 'Mayo' Zambada, y con él también se entregó Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de El Chapo Guzmán.
Obviamente aún hace falta entender los entresijos de este asunto, pues hay dos versiones hasta este momento.
Una es que la DEA lo atrapó en el aeropuerto del Paso, Texas.
La otra es que el mayo se entregó en el aeropuerto de El Paso, Texas, después de un acuerdo con la DEA.
Cualquiera de estas dos versiones pone nerviosos a muchos políticos y a dos países.
El gobierno de Estados Unidos ofrecía 15 millonesde dólares por la captura o por cualquier información que llevara la captura del Mayo, quien juraba que sólo muerto habría de estar en manos de la justicia.
Ya no sucedió.
Conocer que El Mayo podía andar tranquilamente en aeropueros y sistemas de movilidad nos deja bastante claro que el narcotraficante contaba con una necesaria red de protección y corrupción tanto en México como en Estados Unidos. No podemos evitar preguntarnos qué clase de contubernio tenían los capos con las autoridades aeroportuarias de seguridad, de seguimiento de criminales en ambos países como para que entonces Zambada pudiera estar tranquilamente brincando de un lado a otro.
El supuesto de que el 'Mayo' Zambada haya acordado su entrega ante las autoridades de Estados Unidos pone terror a muchos políticos y funcionarios de ambos lados, pues erte señor del narco ya no tiene mucho que perder.
Tiene 76 años, está muy enfermo de diabetes, y tiene un problema fuerte en la rodilla que obligadamente requiere de servicio médico constante. La longevidad de este narcotraficante sorprende a muchos.
Si el 'Mayo' acordó su entrega a las autoridades norteamericanas, inevitablemente será a cambio de información.
Mucha información.
Esta captura no se la puede endilgar para nada el gobierno mexicano, pero irónicamente tampoco se la puede endilgar el gobierno norteamericano, aún cuando la DEA es una agencia norteamericana, pues esta sin duda tuvo que operar con mucho sigilo y sin apoyo de las autoridades de justicia de su propio país para evitar una fuga de información.
Sin duda hay que esperar a la reacción del presidente, quizá la reacción de Claudia Sheinbaum.
Pero lo más interesante es lo que no se ve: la reacción de los políticos y las autoridades que operaron todo este tiempo a favor de Zambada.
Las reacciones ya las iremos viendo. Gente que será tocada por el dedo de la justicia, o que podría sufrir una 'accidental' sobredosis de plomo.